Caminaba ligero, con ojos destellantes y profundos... tan oscuros, con el romanticismo inherente a su ser como el color a su piel; de paso extraviado y mirada al olvido, sobre la obscena realidad y enseguida le encuentra el romance. Ha condonado al asesino, al hambre, al dolor, al hastío, tristeza y vacío. Mas de pronto se topa con... (migo) ser de ojos grises piel parda y corazón frío, que me duele la sonrisa al verlo, pues no puedo poseerlo, la pena mayor a sus ojos merezco, por la infertilidad del alma y el lucro de los deseos.
Sueño
"(...) pero al final, sólo tomaste mi muñeca derecha para olerla. El que tuviera o no pulsaciones, ya no servía de mucho para ti, pero buscabas algo en ese olor, sobre mi piel ajada y fría que rompía no tu silencio ni tu quietud. No quiero saberlo ahora que me lo pienso, sábelo tú y sólo tú. Sera… nuestro secreto. Más tuyo que mío.
A.R.
Publicado por
Graciela
on 3.4.11
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Comments: (1)
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vanas, sin tema ni trama
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sin silencio en el vacío del perpetuo siseo de sus fáciles bocas
(3) ,
idénticas, como muñecas condenadas
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siempre sonrientes.
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Rellenas del eco que se produce en sus cabezas.
Afortunadas inconscientes.
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Quisiera ser como ellas:
Y no me sonrojo si te digo que te QUIERO